Suspiros del Alma, A Corazón Abierto

Vacío, angustia, tristeza y soledad. Soledad que siempre me consuelas cuando la derrota me deja rendida, cuando el vacío aprisiona el alma y enmudece las palabras. Cuando no encuentro salidas y solo deseo correr ¿correr hacia donde? Si no sé donde voy. Si cuando un corazón se acerca demasiado, corro; si cuando la felicidad acaricia mi alma y la vida comienza a tomar sentido el fantasma del pasado me atormenta. Desconfío hasta de la sombra que el alba proyecta a mis pies. Y me hecho a correr para evitarle dolor, corro sin un rumbo fijo, entre bifurcaciones que me llevan a ningún sitio, allí es donde duele más. Pero las heridas en mi alma y en mi piel son radares que me alertan y me permiten observar con otros cristales la realidad que me rodea y comprender que a veces no todo es como creíamos ver. Y antes de caer al abismo de donde un día logre resurgir, huyo así no sepa donde ir. Y vuelvo al refugio de donde no debí salir. Mi corazón pende de un hilo, entonces vuelvo a ponerle la armad...

Quisiera ser mariposa y posarme lentamente sobre tu espalda, rozar tu piel con las yemas de mis dedos, con la delicadeza que provoca su suave aleteo. Tenerte así tendida boca abajo a mi lado, saltar al abismo de tu espalda y con el roce dulce y lento de mis labios trazar un camino que logre descifrar el laberinto que conduce a tu cintura, allí darle morada a mis besos dejándolos vivir en esa curva que es mi locura.

Soy coleccionista de miradas. Adoro caminar por la calle y observar la mirada de cada uno de aquellos que a mi lado pasan. Mi mirada se adentra en sus miradas. Me fascina atravesar ese mágico portal y perderme naufragando en las miles de aventuras que imagino han vivido para ser portadores de su actual mirada. Las muchas veces que han sucumbido ante una situación, las miles veces que han puesto armaduras a su corazón. Las batallas que han librado entre el bien y el mal. Las victorias en que se consagraron. Las tristezas que los marcaron y las alegrías que los guiaron. En cada uno de esos seres hay un mágico mundo,   que pocos pueden ver, al mirar los cristales que contienen el alma. He contemplado miles de miradas, que han luchado tantas batallas, atravesado tantas aventuras, saltado abismos desoladores, escapado de laberintos sin fin. Y en ninguna de ellas he encontrado la pureza, que habita en tu alma. Ni la Magia, ni el brillo inigualable e incomparable que tiene tu mirar.