El monstruo interior
Lento caminar sobre el acantilado De un cuerpo cansado de luchar Estigmas marcados en su piel Y dentro un monstruo difícil de vencer Suave peregrinar sobre el espigón Que puso fin a la guerra en su interior Con un precipicio salado a sus pies La decisión más penosa tuvo que escoger Batalla ganada para la enfermedad Que logró con su vida quisiera acabar Desde la escollera al Atlántico salto Final anunciado que en su poema expresó "Voy a dormir" su último adiós Alfonsina y el mar entonces nació