En Cuarentena
Domingo 29 marzo 2020 1:30 am Madrugada atípica, increíblemente hoy Morfeo no me tomo en sus brazos, fue el insomnio el que se apoderó de mí. Fuera el silencio es abrumador y escalofriante, las calles están vacías y el silencio reina en la noche. Solo se oye el sonido de las hojas de los árboles danzando con el viento y un coro constante de grillos. No hay bocinas, ni tránsito fluido, no sé oye el tren a lo lejos, los vecinos duermen, no sé oye música en el barrio, ni siquiera se oye un perro ladrando algún transeúnte que deambule por las calles, ni gatos maullandole a la luna. Solo ese silencio perturbando mi cerebro. Muy rara vez el sonido de algún auto a alta velocidad perturba el sonido de la naturaleza, luego vuelve la calma. Vivo en plena ciudad, sobre una avenida principal, donde el ruido de los autos, frenadas, gritos y música es lo habitual. Y ahora la paz que habita fuera me transpota al campo, a esas noches donde con una caña en mano y contemplando las estrellas, y de...